Todo lo que debes de saber sobre el uso de flores para crear perfumes

Las flores son uno de los ingredientes principales más valorados por los expertos para crear perfumes. A continuación te contamos todo lo que debes saber sobre cómo se usan las flores para crear perfumes. Sigue leyendo para conocer, de la mano de nuestros mejores expertos, cómo se hacen perfumes usando flores.

Cómo se usan las flores para crear perfumes

Las flores frescas son bellas, coloridas y bonitas, pero es que además tienen unos aromas únicos que son realmente especiales y pueden utilizarse para elaborar todo tipo de fragancias. Los primeros perfumes a los que se puede hacer referencia datan de la edad de piedra, ya que para sus diferentes ceremonias en la antigüedad el ser humano ya utilizaba diferentes flores y plantas en sus ritos para rendir homenaje a los dioses.

Más tarde, la civilización egipcia empezó a fabricar perfumes tal y como hoy los conocemos, con valores cosméticos. Los egipcios usaban flores, esencias balsámicas y aceites, así como diluían las resinas en vino o en otros tipos de alcoholes para crear los perfumes. En aquel momento se usaban el cedro, el incienso y la mirra como plantas principales.

Después los griegos empezaron a usar también los perfumes en sus gimnasios, utilizando diferentes aromas para cada zona de su cuerpo. Se untaban los brazos con menta y el aceite de orégano por las piernas, por ejemplo. Los romanos los utilizaron también para perfumar su ropa y aunque durante el cristianismo dejaron de usarse, con el Islam volvieron a tornarse protagonistas por la alquimia, que establece las claves para elaborar perfumes al descubrir el alcohol y combinarlo con resinas con olores y aceites, para optimizar al máximo los aromas.

A partir de aquí las flores para elaborar perfumes se extienden por toda Europa y en el renacimiento se perfeccionan las técnicas, prensándose los pétalos, macerándose las flores y destilándose sus aromas. Con la destilación se separan las partes volátiles y las menos volátiles de cara vegetal para poder obtener diferentes perfumes.

Los perfumes contienen sustancias aromáticas que pueden incorporar sustancias sintéticas, pero que también pueden componerse de aceites esenciales naturales derivados de las plantas. Además incluyen también disolventes y fijadores para conseguir un aroma realmente agradable y duradero. Los aceites esenciales suelen formarse con plantas o con vegetales, aunque también es posible formarlos haciendo que el agua accione en distintas partes de un vegetal.

Las flores se usan para crear perfumes por su gran riqueza a nivel de aromas. De entre las flores más utilizadas para la elaboración de perfumes encontramos las rosas. Si quieres encontrar perfumes de gran calidad elaborados con rosas o con otros tipos de aromas florales, en Paco Perfumerías tienen una completa selección de perfumes florales especialmente interesantes para aportarte la intensidad olfativa que necesitas en cada momento de tu vida. Las variedades más usadas de rosas para crear perfumes son las rosas centifolias y las rosas damascenas.

Además, otra de las plantas preferidas por los perfumistas es el geranio. El geranio aporta un toque único a todos los perfumes en los que se incorpora, siendo el geranio rosa especialmente utilizado para elaborar perfumes de hombre. Del mismo modo, las violetas también suelen incluirse en muchos perfumes porque cuentan con un aroma especialmente delicado.

Actualmente existen muchos perfumes elaborados con pétalos, botones y yemas de flores variadas como los gladiolos, los naranjos, los jacintos, el clavel o el iris. Para lograr un litro de aceite esencial de flores resulta curioso conocer que se necesitan 200 kilos de flores frescas en total. Si únicamente van a usarse pétalos se necesitarán entre cuatro y cinco toneladas.

Asimismo, para la elaboración de un perfume, además de la cantidad de flores, también es muy importante cuidar la calidad de flores que vamos a seleccionar. Existen muchos puntos que pueden afectar al resultado final del perfume como la humedad, el clima, el terreno e incluso la cosecha de plantas y flores utilizadas para su elaboración.

Del mismo modo, cada tipo de planta o de esencia produce un perfume de lo más diferente. Por ejemplo, el azahar produce perfumes muy dulces y frescos, perfectos para crear ambientes misteriosos y atrayentes. Los cítricos crean aromas frescos, siendo ideales para las personas deportistas, activas, con la mente muy viva.

La esencia de lavanda, por su parte, cuenta con un aroma floral muy dulce que sirve para crear perfumes que invitan a la tranquilidad. Las rosas se utilizan para crear perfumes románticos, únicos, penetrantes, de esos que quedan en la memoria y que son aptos para momentos especiales.

Por otro lado, la vainilla es ideal para crear perfumes elegantes y la canela sirve para crear perfumes picantes, con lo que debe usarse con moderación para elaborar perfumes con éxito.

El clavel cuenta también con un aroma muy fresco, ideal para perfumes juveniles, mientras que el geranio relaja, pero al mismo tiempo cuenta con propiedades afrodisíacas.