Cuidados básicos de la flor de pascua

Cuidados básicos de la flor de pascua

Gracias al rojo característico de sus flores, no es difícil ver cómo, durante la época navideña, muchos hogares quedan decorados y animados por la increíble elegancia de la flor de Pascua. Incluso, muchas personas también utilizan esta planta como motivo de sus obsequios durante el mes de diciembre, pero lo que pocos conocen es que la flor de Pascua, debidamente cuidada, puede continuar engalanando nuestros hogares tras concluir la Navidad. Mira aquí todo lo que debes saber al respecto.

La más bella

El nombre científico de Euphorbia Pulcherrima (del cual Pulcherrima significa “la más bella”), nos demuestra claramente que la flor de Pascua es uno de los tesoros botánicos más hermosos de nuestro planeta. Oriunda del continente americano, específicamente de México, esta planta ha sido popularizada por su color rojo tan peculiar, aunque también existen variedades que presentan tonalidades amarillas, blancas o salmón.

Clasificada como una planta de interior, la flor de Pascua puede ser conservada durante años, y aunque se cree que poseen un período de vida estacional o limitado, lo cierto es que estas plantas, que logran alcanzar hasta cinco metros de altura, pueden ser conservadas en nuestro hogar por mucho tiempo si prestas atención a los siguientes cuidados.

Cuidados básicos

- Para que nuestra flor de Pascua goce de buena salud, deberemos proveerle un ambiente húmedo, fresco y con abundante luz. Los fuertes vientos, las bajas temperaturas o el riego excesivo pueden terminar desencadenando enfermedades como las que veremos al final de este artículo.

- Otro aspecto que debemos tener muy en cuenta: la flor de Pascua no resiste la calefacción. En cambio, deberemos asegurarnos que nuestra planta cuenta con una temperatura adecuada, generalmente entre los 10 y 25 grados Celsius. Al mismo tiempo, es preciso ubicarla en lugares de nuestro hogar donde no reciba una corriente de aire directa, especialmente durante los meses invernales (la temperatura nunca deberá encontrarse por debajo de los 10 grados Celsius).

- Con respecto a la iluminación, es importante que la flor de Pascua no reciba directamente la luz solar, al menos durante los meses estivales. El resto del año, deberemos proporcionarle un ambiente iluminado y con suficiente claridad. Si mantenemos nuestra planta en el interior de la casa durante la Navidad, podremos trasplantarla luego a un lugar del jardín donde pueda gozar de una temperatura agradable.

- A la hora de regar la planta se recomiendan dos frecuencias semanales durante la Navidad, siempre velando por utilizar agua tibia y vertiéndola en un plato bajo la maceta. El suelo de la maceta no deberá permanecer seco, como tampoco es recomendable emplear demasiada agua. Si la planta se encuentra en pleno proceso de floración, el riego debe ser mayor.

- Si adquieres la flor de Pascua en una tienda, el primer consejo es que la traslades en una bolsa de plástico para evitar la diferencia de temperatura con respecto al exterior y el interior de tu hogar. Nunca compres aquellas plantas que presenten sus florecillas muy maduras. Mientras más florecillas encuentres en el interior de la planta, menor será el tiempo de duración. Por último, no te olvides de comprobar cualquier desperfecto que pueda presentar (tallos rotos, brácteas podridas, etc.).

- Un consejo extra: si deseas que tu planta luzca un rojo bien intenso, aplícale cada diez días un poco de fertilizante líquido y no te olvides de aportarle unas cinco horas de oscuridad al día (sin contar las horas de la noche).

- La poda se realizará durante la primavera, puesto que la planta no tiene hojas y podremos establecer una altura entre 8 y 10 centímetros desde la base (protege tus ojos de la savia blanca que se desprende de la planta). Las heridas de los tallos podrán recubrirse con cera de vela, al tiempo que trasplantamos la planta a una maceta de mayores dimensiones. Si mantenemos un ambiente fresco y seco, los brotes no tardarán en aparecer.

- Los problemas más comunes que pueden afectar a la flor de Pascua son: pérdida de las hojas a causa de un ambiente demasiado seco, falta de agua, fertilización excesiva, luz solar directa, corrientes bruscas de aire o falta de luz. Por otro lado, un exceso de agua o falta de hierro, puede conducir a que las hojas adquieran una coloración amarilla. Algunas enfermedades como el moho gris, la araña roja, la roya o la mosca blanca, pueden evitarse si sigues al pie de la letra todos los consejos que te hemos brindado previamente. ¡Suerte!

Compártelo en tu red social:
Más en Florwiki:
Aviso legal Contacto Google+ Facebook